Le habían asegurado que la Sagrada Imagen retornaría el movimiento al brazo paralizado y la señora tenía mucha fe. ¡Lo que consigue la fe! La señora entró temblando en la misteriosa cueva y fue tan intensa su emoción que enmudeció para siempre. Del brazo no curó porque era incurable.
Llorenç Villalonga. Visto en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/mini/un_milagro.htm
Obviamente, el brazo no tenía arreglo. Lo único que consiguió fue la falta de voz. Este microcuento da mucho que pensar. ¿Qué es a fe? ¿Qué nos impone?
Me gustaMe gusta